martes, 25 de mayo de 2010

Microvidas VI

Sugiere, ladeando la mirada, que le coma el alma besos. Y yo, muerta de su hambre, loca por sus huesos, sonrío y le saludo desde lejos.

Me llama por hablarme, aunque no me diga nada. Y por dejarme oír su voz bendigo la tecnología. Y por traer su imagen cuando él no está maldigo la tecnología...

Y soy adicta a su droga sin probarla, no verle me causa delirios de tristeza, y me inyecto la metadona de los sueños, y me obligo a expulsarle de mi cabeza. El esfuerzo dibuja arrugas en mi ceño y, de tanto, loco amarle, cada día soy muchísimo más vieja...

1 comentario:

LiZ dijo...

Que Coverdale es Dios?? Tú si que eres Dios, Ouleia!
Citaré a mis pocheiras con aquello de "me presta muchísimo".
Awesome.