sábado, 10 de julio de 2010

Confesiones de la musa a su artista

Cada vez que cierro los ojos y rezo mis plegarias. Cada vez que me entrego al psicoanálisis de la almohada. Cada vez que soplo las velas de una tarta o las pestañas de los dedos. Cada vez que lanzo una moneda a un pozo o anudo una pulsera de la suerte. Todas y cada una de esas veces. Siempre. Sólo pido una cosa...

Ojalá dejases de escribirme poemas
dedicarme canciones
de alabar mi belleza
de ensalzar mis pasiones
Ojalá dejases de usarme
para saciar tu arte
Ojalá, como yo
en vez de todo aquello
simplemente
me amases


3 comentarios:

Tiny dancer dijo...

La hostia tú, qué bueno. Reconozco ese mar y esa arena de playa :)

obaobab dijo...

me gusta mucho!

LiZ dijo...

GUAU!