martes, 27 de abril de 2010

Microvidas IV

Le acompaña al cine. Incluso a veces comparten las palomitas, como comparten tantas otras cosas: gustos, aficiones, pasiones...
Pero lo que no comparten es lo que él siente por ella; eso que jamás confesará.
No comparten las infusiones relajantes que le permiten dormir cuando sabe que va a verla. No comparten las horas frente al pequeño armario decidiendo qué camiseta le va a gustar más. No comparten los pelos de punta, el estómago cerrado y los temblores. No comparten la agonía de su olor. No comparten los sueños y fantasías nocturnas, ni la búsqueda de señales imaginarias que hablen de un amor que no es más que triste cariño.
A la larga tendrá que dejar de verla. La tendrá que olvidar... y lo sabe.
Ningún corazón puede bombear tanta sangre sin recibir oxígeno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder: "Ningún corazón puede bombear tanta sangre sin recibir oxígeno". Simplemente brutal, no puede ser más cierto.

Tiny dancer dijo...

Se me han adelantado con el comentario. Pero he de decir que el cariño nunca, nunca es triste :-)

Por cierto... sigues sin salirme en las actualizaciones...